Nuestros viajes son organizados, pero solo en aquellas partes en las que es necesario una logística para llevar a cabo el objetivo del viaje. Transportes aéreos, traslados internos, organización de trekkings, paseos en barco y traslados de todo tipo, están previamente pactados para ahorrar tiempo y dinero.
En el resto de las jornadas el viajero decide su propia ruta, principalmente en Bangkok,  donde tenemos varios días libres.

Bangkok, la ciudad de los ángeles y capital del país desde 1782, ofrece un abanico de actividades que no puedes perderte.

PASEANDO POR CHINATOWN
El Barrio Chino de Bangkok se encuentra entre los 5 más antiguos del mundo, asentados, todos ellos, en el s. XVIII. Puedes llegar en metro, descendiendo en la parada de Hua Lampong, y adentrarte por la Puerta de China, construida en 1999 en conmemoración del 72 aniversario del rey Bhumibol.

Muy cerca, se encuentra el Wat Traimit, la pagoda que alberga al mayor Buda de Oro del mundo, con un peso de 5,5 toneladas.

No muy lejos, encontramos Wat Mangkon Kamalawat, el templo de Loto de Dragón. En todo el barrio hay templos chinos, que se pueden identificar porque en su punto más alto se encuentran dos dragones frente a frente custodiando una perla.

En cada rincón del barrio hay puestos de frutas que te permitirán reponer fuerzas tras tanto andar. En ellos se pueden comprar frutas típicas de la región que probablemente nunca hayas probado. ¡Siempre hay una primera vez para todo! Además de los puestos de frutas, encontrarás también de plantas aromáticas, de medicina tradicional, de artesanía china…la mejor ventana al mundo oriental.

En 1933 se construyó la sala Chalermkrung, un teatro real que, posteriormente, se convirtió en el primer cine con audio de toda Tailandia. Retrocede 80 años y sumérgete en un edificio que parece sacado de una película de los años 30. Wat Chakrawat (el templo de los cocodrilos) o el Museo de la prisión, son otros de los monumentos que se deben visitar antes de salir del mayor Barrio Chino del mundo. Perderse por sus calles es garantía de encontrar mil curiosidades. Y si llegamos en metro, ¿qué tal marcharnos en barca por los khlongs?

BUSCANDO UNA SOMBRA Y…AIRE FRESCO
Bangkok es una de las capitales más calurosas del mundo, por lo que nunca está demás encontrar una zona en la que el cemento y los altos edificios dejen paso a la vegetación y los termómetros desciendan algún que otro grado.

El Parque Lumphini, o los parques Chatuchak y Rama IX, conocidos por sus jardines botánicos y sus estanques y lagos, pueden darnos esa bocanada de aire “fresco”.

EN BUSCA DEL TEMPLO…

En el antiguo reino de Siam el budismo es más que una religión, es una manera de entender la vida.

En la ciudad de los ángeles, o la magnífica capital del mundo dotada con nueve gemas preciosas, según reza parte de su topónimo en tailandés, hay un sinfín de templos. Os proponemos un reto: encontrar los templos que aparecen en las monedas de 1, 2, 5 y 10 baht. Los cuatro templos se encuentran en Bangkok y son:
1 moneda de baht: Wat Phra Kaew (Templo del Buda de Esmeralda)
2 monedas de baht: Wat Saket (Templo de la Montaña Dorada)
5 monedas de baht: Wat Benjamabophit (El Templo de Mármol)
10 monedas de baht: Wat Arun (Templo del Amanecer)

Y si queda tiempo, y energía, hay que visitar Wat Po y su conocido Buda Reclinado o el Wat Indraviharn, en el que se encuentra el Gran Buda de pie.

…Y MUCHO MÁS

Aprovechando la visita al Wat Phra Kaew, hay que conocer el Gran Palacio Real. En el distrito de Dusit se encuentra el Trono Hall Ananta Samakhom, un edificio de arquitectura neo-renacentista italiana, construido a principios del siglo XX.

Y, por supuesto, no se puede dejar de pasear por los mercados tradicionales, tanto diurnos como nocturnos, saborear la gastronomía regional y profundizar en la cultura tailandesa.

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